Como parte de nuestra serie Covid Safe, nos gustaría destacar los esfuerzos de la isla holandesa de Schouwen-Duiveland.

El pueblo costero de Renesse cuenta con un aparcamiento disuasorio a las afueras de Schouwen-Duiveland, desde donde los turistas toman un autobús gratuito que ayuda a reducir el tráfico en los pueblos costeros. Es una iniciativa de larga duración que empezó en 1998: "La liberación del conductor de coche empieza en Renesse". Los turistas pueden aparcar sus coches en el aparcamiento y desplazarse por Schouwen-Duiveland para visitar sus numerosas playas y otros pueblos costeros más alejados.

Sin embargo, debido a la pandemia de COVID-19 y a los riesgos para la salud que puede suponer el transporte público, hubo que reconsiderar el modelo de transporte público turístico. Se acabaron los divertidos autobuses descapotables y los tranvías de caballos. El transporte público, como en todo el mundo, es una forma de llevar a mucha gente a un destino rápidamente. Lamentablemente, esta opción se vuelve menos atractiva debido a las medidas de distanciamiento social.

Esto obligó al equipo encargado del transporte a replantearse el modelo para cumplir las directrices de distanciamiento social y promover opciones de transporte más saludables y respetuosas con el medio ambiente.

Para abordar el problema, experimentaron con una aplicación móvil que muestra la distancia entre lugares y muestra los tipos de transporte alternativos que son adecuados para esas distancias. El objetivo era promover el uso de la bicicleta (y de los coches eléctricos para los que no pueden ir en bicicleta). Su principal objetivo es llegar a un punto en el que los autocares dejen de utilizarse y sean sustituidos totalmente por autobuses y bicicletas con motor eléctrico. Esto ha dado lugar incluso a un nuevo eslogan turístico:

"El abordaje de Corona comienza en Renesse, evita las aglomeraciones y se ejercita en el aire sano, fresco y salado"

Con la participación de todas las partes interesadas (el municipio, ZeelandVeilig(los servicios de salud municipales y las empresas), Schouwen-Duiveland fue capaz de proporcionar un entorno seguro COVID-19. Todas las partes interesadas asumieron su responsabilidad y cumplieron las normas de distanciamiento social. Con todas estas medidas en marcha, no es de extrañar que la isla sólo presentara 2 casos de COVID-19 durante la temporada turística alta.

Con el apoyo de todas las partes interesadas, Schouwen-Duiveland es capaz de ofrecer un entorno COVID-19 seguro, reaccionando rápidamente a las preocupaciones de los turistas y aprovechando la creciente necesidad de ser más respetuosos con el medio ambiente. Como resultado, la zona no sufrió un descenso del turismo debido a la pandemia, atrayendo más turistas nacionales que respetan las normas de distanciamiento social.

El caso de Schouwen-Duiveland demuestra que reaccionar rápidamente tanto en lo que respecta a la pandemia como a la forma de comercializar la región hizo que los turistas se sintieran seguros para viajar.